Boimorto y El Camino
¿Sabías que Boimorto cuenta con su propia etapa del Camino de Santiago?
Se trata de una etapa perteneciente al Camino Norte, la ruta más antigua de todas las del Camino. Su origen se remonta al descubrimiento del sepulcro del Apóstol, cuando Alfonso II peregrina desde Oviedo, para contemplar con sus propios ojos la tumba.
Quizás te pueda sonar por sus antiguos nombres: el Camino Primitivo y el Camino de la Costa, ya que ambos están englobados con la denominación genérica del Camino del Norte.
Mucho menos intenso y largo que otras rutas, el Camino del Norte es sin duda uno de los más bonitos de hacer y recorrer, sin dejar de ser emocionante. La mayor parte de él transcurre atravesando montañas y el Mar Cantábrico.
Sus vistas, sus inmensos y brillantes prados, las pequeñas aldeas y pueblos que podemos visitar, y por supuesto, la gastronomía y hospitalidad de la gente, hacen que el Camino sea especial para cada peregrino que lo transita.
La Etapa de Boimorto
El Concello de Boimorto es el último por el que transcurre el Camino Norte, ya que posteriormente entramos en el Concello de Arzúa, por el que ya se sigue por el Camino Francés.
Si estás pensando en armarte de valor y hacer el Camino, a continuación, te dejamos algunas recomendaciones:
Mejor época para el camino
Los mejores meses para hacer el Camino son en verano: menos lluvia, más oferta hostelera y de alojamientos…Pero también es cuando te encontrarás todo lleno y hasta arriba.
Si eres una persona que sufre especialmente esto, te recomendamos que vayas en abril/mayo, puede que tengas peor suerte con la lluvia, pero lo ganarás es más tranquilidad y menos estrés.
Alojamiento
En relación con lo anterior, los albergues en verano están saturados… Pero no te preocupes, nuestras casas en A Ponte, estarán siempre a tu disposición 😉
Tener una experiencia más estresante te hará disfrutar menos de todo lo que te puede ofrecer el Camino: paisajes, monumentos, el tarto con la gente… Así que organiza tu viaje con calma y con antelación.
Calzado adecuado
Y por último (pero no menos importante): cuida tus pies.
Serán tu mayor aliado para el Camino, así que trata de descansar y llevar lo necesario para que tus pies aguanten las duras etapas.